La pensión de alimentos es una compensación económica que debe de abonar uno de los progenitores una vez se haya dado la separación o el divorcio en los casos que existan hijos comunes, ya sean mayores de edad o menores de edad.
El objetivo de dicha pensión es colaborar con el mantenimiento de los hijos dependientes en común y cubrir los gastos básicos que tienen.
La cuantía de dicha pensión de alimentos debe ser proporcional y ajustada a las capacidades y necesidades económicas, y esta puede verse modificada a lo largo del tiempo, siempre que se produzca algún cambio sustancian en las circunstancias familiares.